miércoles, 10 de febrero de 2010

La tecnología, Un fetiche

La tecnología, ¿un fetiche? 


 


Ing Lic. Marco Antonio Yacila Dézar




La educación, como parte del ámbito más amplio de la cultura, no podía quedar al margen del impacto producido por las NTIC, las cuales han revolucionado el mundo a partir del último tercio del siglo pasado. El conjunto tecnológico a que hace referencia la expresión “Nuevas tecnologías de la información y de la comunicación” está conformado por herramientas, soportes y canales utilizados en el mundo de la comunicación y de la información. Por tanto, ellas engloban internet, comunicación inalámbrica, informática y telecomunicaciones.




Poseen un carácter agresivamente penetrante y avasallador. Han revolucionado el mundo y todos los aspectos de nuestras vidas. Como dice Jorge Luis García Vega: “Las llamadas nuevas tecnologías de la información y la comunicación están actuando como catalizador sobre nuestra sociedad, motivando y acelerando procesos de cambio, creando expectativas deseadas o rechazadas, sobre las estructuras sociales, laborales, políticas, culturales y económicas. El mundo está experimentando cambios radicales en todos los ámbitos del quehacer humano. La nueva tecnología está cambiando radicalmente las formas de trabajo, los medios a través de los cuales las personas acceden al conocimiento, se comunican y aprenden, y los mecanismos con que acceden a los servicios que les ofrecen sus comunidades: transporte, comercio, entretenimiento y gradualmente también, la educación formal y no formal, en todos los niveles de edad y profesión. “(García Vega, Jorge Luis. Influencia de las NTIC en la enseñanza. Su repercusión en la sociedad).




Cuando analizamos y reflexionamos sobre la aplicación de las nuevas tecnologías en el campo educativo, nos enfrentamos a varios cuestionamientos. Se ha señalado, por ejemplo, cierta tendencia hacia la fetichización de las computadoras e internet.




Actualmente tenemos mucho más claro, por ejemplo, que si bien en un primer momento se pensaba que las computadoras al ingresar al terreno educativo terminarían por revolucionar la educación, ello realmente no ha sido así. Las computadoras han entrado en este campo, o están en pleno proceso de incursión, pero no se ha producido la esperada revolución educativa, en gran parte porque no se partía de algo tan obvio como es el que dichas innovaciones tecnológicas son tan solo herramientas y como tales tenemos que saber que hacer con ellas. Las herramientas adquieren su real valor en la medida que sepamos no sólo utilizarlas, sino el para qué vamos a emplearlas. Durante el II Congreso Iberoamericano de EducaRed la educadora española Juana M. Sancho Gil, en su ponencia titulada “La formación del profesorado en la era de la información: Entre lo conveniente, lo deseable y lo posible” al respecto, expresó: “La tecnología son herramientas vacías, les tenemos que dar sentido. Una herramienta sin una finalidad, una herramienta sin una utopía, una herramienta sin algo que quieres hacer se puede convertir en otra cosa. Y de hecho hay mucha tecnología que se convierte en otra cosa, esta es la otra cara de la tecnología. Ya lo reconocen, la basura, la contaminación. Nos vendieron la tecnología de la información y la comunicación como una tecnología limpia. ¿Ustedes tienen idea de lo que contaminan los restos de las computadoras que liquidamos?..... O sea, la tecnología siempre tiene una doble cara, por eso es muy importante que sepamos valorarla”.




Entre ciertos sectores de técnicos de las más diversas especialidades, pero muy especialmente entre los vinculados al campo educativo, encontramos que su valoración de las nuevas tecnologías se queda en un deslumbramiento no trascendente, llegándose al extremo de pensar que la tecnología por sí sola va a solucionar los problemas existentes, que por ello es imperativo dotar cuanto antes de computadoras y de acceso a Internet a todas las instituciones educativas. A ello es lo que denominamos fetichización de las NTIC en el campo educacional. La informática suele a veces presentarse como una herramienta pedagógica que nadie explica cómo usar en las aulas y cuya articulación con el sistema educativo tampoco es analizada. Por lo general, las explicaciones sobre las NTIC que obtiene los docentes corren a cargo de tecnólogos del campo de la informática que desconocen totalmente el campo pedagógico. Ello es totalmente inadecuado, porque se requiere de una preparación que se encuentre a cargo de personal con conocimientos en ambos campos, porque así se 1producirá una capacitación pensada en función de la educación y no de las máquinas.




Lo anteriormente señalado no significa, de manera alguna, una actitud de oposición a la utilización de las NTIC en el campo educativo. Como educador comprometido con la formación de los jóvenes del siglo XXI, la posición es decididamente a favor de la utilización de dichas tecnologías. Algo más, las consideramos imprescindibles, pero como lo que realmente son, como herramientas. Maravillosas herramientas, es cierto, pero que es imperativo estudiarlas, conocerlas, dominarlas. Solo así, ellas adquirirán sentido dentro de nuestro campo educativo y en esa medida podrán ser explotadas en toda su potencialidad.




Es por eso, que el Instituto Superior Pedagógico Público “José Antonio Encinas”, comprometidos con la educación en Tumbes (Perú) y del valor pedagógico que aporta las NTIC, ofrece la carrera profesional de Computación e informática.




Los docentes no podemos adoptar la posición de arrobamiento, porque con esa actitud podríamos terminar por convertir las tecnologías en simple objetos de consumo, donde los grandes beneficiados no serían los niños y jóvenes estudiantes, sino única y exclusivamente las grandes compañías productoras de hardwares y softwares.